EL DESAFÍO DE DARWIN PARA LAS ORGANIZACIONES

¿Existe alguna conexión entre las leyes de la naturaleza y el mundo de las organizaciones?

Especialmente en esta época, no podemos pasar por alto que solo sobreviven aquellos organismos que mejor han sabido adaptarse a su entorno. La clave está en la adaptación constante al cambio, es decir en la transformación continua. Pero para que esta sea valiosa debe aportar competitividad, innovación, agilidad, manteniendo el factor humano en el centro de las decisiones. Esto, sólo es alcanzable por medio del aprendizaje continuo de sus equipos y una evolución organizacional permanente.

¿Somos capaces de modificar políticas, procesos, plataformas, prácticas, personas, es decir estructuras y culturas organizacionales, abrazadas al “siempre se hizo así” o “así lo hacen en todos lados”, pero que sabemos, con rigor científico, que podrían funcionar con más fluidez, armonía y productividad?

¿Seremos capaces de lograr la plenitud de nuestro potencial humano, tanto en lo colectivo como en lo individual, en las organizaciones profesionales que habitamos, evolucionando hacia modelos organizativos que aseguren la sustentabilidad de la empresa y produzcan un mayor bienestar económico, psicológico y emocional, en quienes integran su ecosistema.

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