Un notable y convulsionado 2020 llega a su fin
Sin dudas me hubiera resultado más fácil enviarte un flyer de “Felices Fiestas” como lo veníamos haciendo habitualmente para esta época, pero este año he optado por “la innovación”.
Consideré que todo lo vivido durante esta pandemia merecía un final de año diferente ya que como seres humanos estamos pagando un alto precio en términos de sufrimiento y adaptación al cambio.
El mundo cambió. Mi vida también cambió. ¿Y la tuya?
La comunicación y la toma de decisiones ocurren en un contexto en el cual la evidencia se modifica día a día, momento a momento. La única certeza es el cambio.
Desde mi punto de vista y experiencia, uno de los principales legados de este 2020 ha sido la implacable manifestación de la ley del cambio, y su inexorabilidad, imprevisibilidad, interdependencia e incertidumbre como nunca antes en estos tiempos.
El mundo post pandemia no será igual al que conocimos ni al que esperábamos.
Hacer frente, atravesar y trascender todo lo que este volátil, incierto, complejo y novedoso contexto nos marca es nuestro desafío evolutivo. ¿Cómo lo haremos? ¿Tenemos con qué?
Si alguna capacidad de nuestra inteligencia emocional ha sido desafiada en este contexto global por la pandemia, ha sido la resiliencia.
La flexibilidad para pensar y ejecutar velozmente en forma crítica y creativa, y la adaptabilidad necesaria para adaptarnos de manera innovadora a un mundo altamente cambiante son capacidades esenciales del ser humano.
La situación está mal pero no todos están mal. La adversidad en la superación de obstáculos es el camino de la evolución.
Las personas que gestionen el día a día con una visión clara y actualizada junto a una acción cuidadosa, atenta y realista emergerán de la crisis más fuertes y resilientes.
Les mando un sentido y cálido abrazo, y les deseo de todo corazón que tengan una…
¡Feliz Vida!
Dr. (CPN) Fernando Weimberg
